domingo, 16 de noviembre de 2014

La Base del éxito reside en parte en el Fracaso. La Reflexión.

A través de la reflexión alcanzamos un mayor conocimiento y desarrollo personal. Consiste en una mirada hacia dentro que, de forma objetiva y realista nos permita conocer nuestras cualidades más importantes y sobre todo nuestros aspectos débiles.

Es a partir del conocimiento de estas debilidades cuando podemos empezar a construir nuestro aprendizaje de una manera positiva, solo si reconozco en qué fallo y por qué fallo podré ponerle remedio. Por tanto, alcanzar un nivel de madurez tal que me permita ser honesto conmigo mismo y determinar sin ningún tipo de pudor donde se sitúan mis carencias, me hará lo suficientemente fuerte como para poder afrontarlas de la manera más satisfactoria para mis intereses. En esto la fase de reflexión de la evidencias tomadas es crucial, puesto que constituye en todo momento un proceso guiado por parte del docente, donde éste actúa como un acompañante del aprendizaje del alumno, quien toma la decisión de qué elementos suponen para él los más relevantes y por ende son los que incluirá en su "carpeta" de logros según los objetivos que previamente se le hayan marcado.

Entiendo también, que si queremos que el proceso sea útil en su conjunto, no debemos caer en el error de juzgar únicamente aquellos aspectos en los que el alumno no haya alcanzado los objetivos, es decir, en los errores. Parte importante de la reflexión la constituirá el fijar nuevos retos y estos también se establecen a partir de los aciertos ya que son elementos a potenciar.


Por tanto, y si tenemos en consideración una dimensión del portfolio que vaya más allá del desarrollo meramente académico, e incluya aspectos personales tales como: organización, selección individual de contenidos, gusto por las cosas bien hechas, capacidad para determinar nuevos retos y afrontarlos, aprender a pensar, capacidad de análisis y autocrítica, responsabilidad, etc., deberemos potenciar en todo momento que, tal y como reza el título de este artículo, la base del éxito la constituye el fracaso y, que debemos desterrar la connotación negativa que la palabra fracaso nos sugiere. 
Si me caigo me levanto, si me esfuerzo aprendo, si se me da mal algo planteo la resolución del caso, analizando donde y por qué he fallado. Estos aspectos nos harán crecer ya que nos harán más tolerantes ante el fracaso de los demás y nos permitirán adquirir las estrategias necesarias para la consecución de las competencias a alcanzar. Aprenderemos a colaborar con otros y seguramente construiremos una mejor sociedad.


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